Son cerca de 160 mil hombres y mujeres que integran la Policía Nacional de Colombia. Quiere esto decir que el cambio en teoría cosmético de uniformes, es también un negocio de miles de millones para quienes adjudiquen y reciban el contrato.
Ya sucedió con la compra de materiales para la policía, que el negocio se concentra en unas pocas empresas, de preferencia extranjera, lo que podría asegurar una gran comisión. Según los expertos del mercado se estima que para el cambio de uniformes también es probable que opere de la misma manera y sean adquiridos en su mayoría a unos pocos proveedores que garanticen el monto de las comisiones a quienes participen del negocio.
Por ahora lo cierto es que el propósito de cambiar los uniformes más allá del humor y el rechazo que ha recibido por un sector de la población, el efecto del cambio de color en los uniformes si puede resultar positivo para la institución, ya que se ha comprobado que esta situación influye en la siquis de las personas, que en una parte es lo que se busca ante el desprestigio de la policía luego del pasado paro nacional. A la institución y al gobierno les preocupa que muchos ciudadanos y niños ya le temen al personal uniformado de la policía según lo indican distintos sondeos y mediciones estadísticas llevadas a cabo en el país.
La institucionalidad policial se la juega por un cambio en sus uniformes, una estrategia empleada desde hace años en varios cuerpos policiales de Europa, al tiempo que se mueve un negocio de miles de millones de pesos para este cambio, y a la espera de que este de resultados en el imaginario de la población colombiana para intentar nivelar en algo la maltrecha imagen de la institución entre la ciudadanía.
1 comentario
sería bueno poder realizar una Veeduria a dichos contratos según los cambios ya estaban adjudicados por la pronta entrada en práctica
Ahi estaba el negocio no es por el paro