Recientemente Stephen King se reunió con George R.R. Martin para hablar de sus respectivas obras, influencias y expresar admiración mutua.
Así que están estos dos pesos pesados, desde luego uno más pesado que el otro, bromeando y rascándose la espalda como buenos y glorificados escritores, y de repente llega el tema del género del terror y las condiciones esenciales para que una obra no mate del aburrimiento a los amantes de los “sustos”.
Martin interpela a King sobre el asunto, desea conocerlo todo, a lo que King responde con su habitual agudeza: “Una buena obra de terror (libro, serie o peli) debe, en primer lugar, cumplir con crear terror, por lo menos aterrorizar; en caso de no lograr ni lo uno ni lo otro, por lo menos le queda una tercera alternativa contra el fracaso: asquear al espectador”.
Y a lo que vamos, en acuerdo con lo anterior, la película Smile nos generó terror, nos aterrorizó y nos logró asquear. Stephen King estaría orgulloso del director encargado de esta espeluznante entrega, Parker Finn (Laura Hasn’t Slept 2020; y The Hidebehind 2018). Director que no suena a nada, pero que probablemente sonará si sigue así de fresco.
Smile, la nueva producción de Paramount Pictures nos introduce, a exquisito ritmo, en los lúgubres páramos enclavados en la frontera de la razón y la locura. La horripilante experiencia que estás dispuesto a vivir ―por ese mórbido placer de ser aterrorizado en una fría sala de cine— será encarnada por una psiquiatra de clase media alta quien parece tener la vida hecha pero que, por un desafortunado encuentro con una paciente, verá toda su vida “puesta de cabezas” cuando deberá enfrentar una maldición que ha “pescado” cual si se tratara de un resfriado o de una cadena de wasap tipo leyenda urbana que no debió de haber leído.
El último aserto hace parecer repetitiva, plana y pueril la premisa de una peli de terror, a sabiendas que con tal recurso ya una gran cantidad de películas de terror de los últimos tiempos han deseado ganarse el favor del público con mayor o menor éxito en diferentes casos. Así fue que nos deleitamos con Arrástrame al Infierno, El aro o El grito, y muchas otras malas copias que no anidaron en nuestra memoria.
De hecho, dentro de la mitología de terror los personajes que son objeto de maldiciones, y que desean escapar a como dé lugar de las mismas, resultan ser personajes ya gastados. Algo ya visto. Sin embargo, es a partir de esa premisa ya ejecutada que se confecciona un arriesgado relato donde la verosimilitud, la coherencia y el buen trato del argumento hacen sus apuestas. La apuesta sale ganadora en muchas rondas.
Así, la consistencia narrativa es más importante para el director Parker Finn que lo que puede ofrecerle otras herramientas que hacen juego con el terror (efectos especiales, música ominosa, psicología del color, atmósfera de opresión, jump-scared, juego de planos, y otros índices), aquí se luce Smile, un thriller terrorífico con respetable destreza que no ofrenda su misterio en los primeros minutos del metraje, sino que nos permite juntar las piezas del rompecabezas sin perder el juicio en larguísimas esperas o lentas retrospecciones de los personajes.
Pero ese triunfo no podría ser cristalizado si no se cuenta con actuaciones creíbles, al respecto, Sosie Ruth Bacon hace honor a sus ancestros: la hija del célebre Kevin Bacon (Footloose, Mystic River) la rompe al ofrecernos la eléctrica trasfiguración que opera en menos de cuatros días en la joven psiquiatra quien, presa de la maldición de la entidad, pasa de ser una elegante y reputada profesional a una desprolija y peligrosa loca de atar.
Debe señalarse que Smile Toma prestados elementos destacados de la vieja escuela, sin faltar al buen gusto de una música ominosa a la mejor usanza de otras gloriosas épocas. Y ni olvidar que el tétrico final es un homenaje o calco a uno de los cuentos más famosos de Stephen King. Por lo anterior, te aguardan muchos sustos razonables que desembocarán en un no inesperado como sí desquiciado final.
En conclusión, no tenemos una sola razón para decir que no vale la pena. Para iniciar este Halloween con pie de derecho, vaya y vea Smile. Pase unos susticos bien sabrosos.