Sobre el concesionario de las autopistas reducidas de las ciudades del café, que vienen a ser noticia por la caída del puente El Alambrado, mucha tela se ha cortado. Y los hechos relacionados al parecer por las desatendidas advertencias de la ingeniería sobre el puente, han traído consabidos impactos para la economía nacional y regional, siendo la ciudad de Pereira la que asume un peso doble porque además debe soportar todo el tráfico pesado que desde el Valle y Bogotá transita ahora por las encogidas vías de acceso a la ciudad.

El trazo más reciente ha sido el publicado en la revista Semana acerca de los “26 años de favoritismos, infracciones, engaños, pifias y explotación de la región vuelta vaca lechera”, (¡Basta ya, no más excesos con las Autopistas del Café!. Aurelio Suárez/2023).

Alrededor de esta se pueden enhebrar algunos hilos que han ido quedando. Recordar, previamente, que hacia el 2017, buscamos a diversos dirigentes para defender la región de las pretensiones del concesionario para continuar exprimiendo las vías del Eje Cafetero, pero los cálculos electorales pesaron más y a la larga fuimos desoídos. Más complejo resulta hoy unir voces de la región, pues el gerente de Autopistas del Café es Mauricio Vega Lemus, exdirectivo de la Cámara de Comercio de Pereira, se ha preciado de haber ayudado a formar un grupo de líderes entre cuyos primeros integrantes estuvieron los actuales congresistas Juan Pablo Gallo y Alejandro García.

Al final, tras una “mala defensa” de los gobernantes, el tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá falló a favor del concesionario que siguió operando con un negocio de siete peajes. Nos quedamos sin poder discutir a fondo y de cara a la ciudadanía, acerca del alcance contractual de la modificación del año 2005, que, según fuentes, indicaba cómo el modelo de obras consignado, había quedado estipulado por 18 mil millones más de lo que debía remunerase al concesionario, fruto al parecer de un error que nunca se corrigió. Súmense indicadores de la Tasa Interna de Retorno TIR, con cifras que advertían que el porcentaje del 15% acordado para el proyecto, podría llegar a obtenerse años antes del 2027; entre otros ítems.

Razón tienen los gobernadores actuales al quejarse. Y ojo a los hilos más recientes, como la anunciada rebaja de los peajes entre Cartago y Pereira, y el de Pereira a Armenia, pues parte de lo descontado por aquí, lo recuperan con el aumento del tráfico que antes circulaba por el peaje de Corozal.

Paga también Dosquebradas, porque las tales autopistas la atraviesan por una vía denominada “rápida”, que incluye varios accesos urbanos, peligrosos cruces de cebras, dos glorietas y un cacareado puente elevado que termina en un semáforo en el que, en una especie de prolegómeno sepulcral, se juegan la vida los peatones incluidos niños de la escuela Nueva República, porque de las millonarias utilidades, no se invierte en un puente peatonal para proteger sus vidas. 

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Duberney Galvis

Es Licenciado en Comunicación y Especialista en Gestión Ambiental. Y escribe para varios medios regionales y nacionales.

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