En esta reflexiva columna, examinamos cómo el simple acto de parar en nuestras vidas aceleradas ofrece una profunda oportunidad para el crecimiento emocional y espiritual. Al hacer una pausa, nos reencontramos con nosotros mismos, abrazamos el auto-cuidado y resistimos a la constante presión de hacer más. Descubre cómo el arte de parar es en realidad un acto poderoso de re-creación y afirmación personal.
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