El precandidato al senado Alejandro Corrales continúa haciendo maromas para tratar de explicar que tiene un contrato con el aeropuerto Matecaña sin tener la idoneidad para el cargo. Como ingeniero agrónomo, terminó prestando servicios para los que no tiene formación académica de ningún tipo. El contrato específico “servicios profesionales de acompañamiento y asesoría administrativa y técnica al Aeropuerto Internacional Matecaña relacionadas con temas que afectan la comunidad aeroportuaria y su área de influencia”. En el Secop, el exsenador, quemado en las últimas contiendas electorales, aparece con contratos de este tipo por 77 millones de pesos y otro por 88 millones. Súmese otro por varios millones en Aguas y Aguas.

Pretendiendo que le habiliten tamaños goles en fuera del lugar, dijo a Caracol radio “lo que respecta al tema de movilidad y la gestión que se requiere para la accesibilidad al aeropuerto, explicó su experiencia en el seguimiento y veeduría realizada a las Vías del Samán desde su labor en el Congreso de la República.” Con esa jugadita sigue facturando en la administración de Pereira.

Pero no solo eso, tampoco cuadra la incoherencia del Sr. Corrales que en campañas aparece como uribista pero para facturar se acomoda con la alcaldía de Mauricio Salazar del entorno del partido de la U que se la jugó con la presidencia de Gustavo Petro. ¡Así cualquiera!  La última incoherencia fue aparecer criticando la inseguridad de la ciudad de Pereira por el abandono de Petro, pero nada dice de la responsabilidad del alcalde que respaldó y con el que le va muy bien contratando.

Estas maromas no se las ha respaldado su partido el Centro Democrático, por el contrario, no ha faltado quienes al interior del mismos las han criticado. De razón en el mundo cafetero que aún dice representar, son muchos los que lo critican por el voltearepismo e incoherencias.

Pero en el fondo del caso están los asuntos de lo público y la ética. En este orden, cabe preguntar a las autoridades: ¿las actividades de un senador de la república se pueden convalidar como experiencia o idoneidad académica certificada para contratar con un ente público, en este caso la alcaldía de Pereira? Y en cuánto a la ética, ¿Qué dirán los profesionales que reúnen los méritos académicos y llevan meses, y hasta años con hojas de vida debajo del brazo esperando participar en un cargo de estos pero aparecen este tipo de maniobras que les dificultan las posibilidades de ejercer sus carreras? ¿Dónde queda la coherencia ingeniero Corrales?

Para el final, el país no olvida que cuando era senador pedía a los empresarios pautar en medios que “no le den duro al gobierno ni sean sesgados”, gobierno que tras quedar sin curul, apareció criticando. Ingeniero Corrales, ¿acaso no es mejor tener unos medios independientes para poder exponer maromas como estas?

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