Hacia el 2013 me retiré de campañas y partidos, cerré en el Verde. Lo último que hice fue alentar a Claudia López a lanzarse al senado. Ahí paré una cadena de participación -de diverso nivel- que venía desde 1986 maso: 27 años ¡asombroso!: hasta la noche del 26 de agosto del 2021, cuando Alejandro Gaviria contó que, finalmente, se lanzaría ¡NO sabía lo que me esperaba!
Creo que Alejandro puede hacer “la tarea” de llegar a unos acuerdos nacionales sobre lo fundamental. Apoyarlo fue bonito, especialmente por voluntari@s que fueron surgiendo. Personas que jamás habían estado en una campaña, como la misma Carolina, esposa del candidato, salieron a recoger firmas. Nunca sabremos si fue error o acierto el NO haber permitido que el Partido Liberal lo cooptara. ¿Hubiera sido otro derrotado? ¿Como lo son los candidatos liberales desde 1998?¡Nadie lo sabe! Era tal el entusiasmo que hasta olvidamos las encuestas. Perdimos la consulta de centro. Después “veríamos” cómo se orquestó una campaña para atajarnos, pues nos veían como la amenaza del centro.
Ahora seguía honrar la palabra: apoyar a Fajardo. La campaña tomó otro color. Los ataques contra Sergio, continuos y sin parar desde que ejerció su derecho a descansar viendo ballenas y votar en blanco (como Tavo en 2010), se intensificaron. También “vimos” que se había desarrollado una campaña larga y sistemática (premiada con un senado) de destrucción del rival. Ya en ese entonces, asombrosamente, el Sr. Hernández, independiente, de centro, con un uni-discurso anticorrupción, era más fuerte que el centro colectivo. Varias veces dijo que apoyaría a Petro si no pasaba en primera: Poco importaría.
Destruido el candidato de la derecha y los del centro, sorprendidos por el outsider (que desde el 2021 quería como aliado…), rápidamente lo que dan en llamar “estrategia digital” (creo que puede usarse una palabra que comienza por mi…) se direccionó contra el -ahora sí- “imputado” alejándolo del centro. Finalmente, recordé “la tarea” (me) pedí CALMA y dije: apoyaré a quien pase..
Esta campaña, deja 2 grandes hechos. 1º POR FIN la ¿izquierda centrada? (recuerden que la mayoría del centro, con reparos, condiciones, criticas, etcétera, apoyó al candidato ganador) llegó a la Presidencia. Llevaba muchos años diciendo que sucedería. De hecho, hace 4, voté “Sin Miedo” por Petro. Así, dejamos de ser “atrasados” en América Latina: los únicos que no sabíamos qué es la (centro) izquierda gobernando. Aquello de que la oligarquía escruta y decide, que fundó al ELN ¡SE ACABÓ!
Y, 2º, La peste del “todo vale” en las campañas. Los primeros síntomas fueron con Pastrana, cuando antes de 2ª vuelta, sacó un comercial donde Serpa se convertía en Samper. El uribismo usó la propaganda negra de JJ Rendón y armó escuela en Colombia. Ya para el 2010, el ataque fue sobre el estado de salud de Mockus. Luego, sobre el poder idiotizante de las redes sociales vino la peor campaña: la del plebiscito donde, sobre mil mentiras, “sacaron la gente a votar emberracada” Así, también, ganaron. Pero ésta la superó ¡y de lejos!
Bien lo resumió Carlos Duque, “cuando uno es local, el corazón está con su país y a un extranjero nada le duele: puede armar una “guerra” porque su trabajo consiste en conseguir para su candidato el poder; y si para ello tiene qué afectar el prestigio del contendor, lo hace” y así fue: uno tras otro y lo peor es que será. Ya en algunas ciudades hay alcaldes con este tipo de asesores. Lo que sigue es la peste del todo vale esparcida en las elecciones del 2023: ¡bienvenidos al CAMBIO!
Vienen 4 años. Ni infierno, ni cielo. Nos moveremos entre esos dos grandes hechos. Por un lado, ya vimos durante dos presidencias a un señor que llegó con el “todo vale” y gobernó igual: ahí están las condenas de casi todo su séquito ¡esperemos que la historia NO se repita! …Y por el otro, veremos lo que hace y no un gobierno ¿centro izquierdizado?: el sólo hecho que exista es valioso, ES UN PASO ADELANTE para el ensayo de democracia que tenemos. Humildemente lo apoyaré … Por lo menos, el primer año
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