Catorce mil razones y más para no endeudar a Santa Rosa de Cabal.

La política puede ser una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos, y la democracia la forma de organización política que, como principio, es acogida bajo la Constitución Política de Colombia. El objetivo en teoría, es representar las ideas de un pueblo, pero en la práctica pocas veces se concreta.

Es así como la política y el desarrollo humano se entrelazan y exigen a quienes ejercen el poder, revisar la política económica y cómo esta debe impulsar las políticas sociales en la búsqueda de alcanzar los objetivos del desarrollo humano que se promueven desde la democracia. Esto propone ir más allá de la expansión de la riqueza y trasladar el progreso hacia la mejora de la calidad de la vida humana y su entorno.

Muy al contrario, la administración de Rodrigo Toro Montes, va directo a empeñar al municipio con los “gota a gota bancarios” por un valor de 14 mil millones de pesos más los miles de millones de intereses, comprometiendo las vigencias futuras por más de 10 años. Uno de los más grandes endeudamientos que ha tenido Santa Rosa. Es tan grave, que si el actual alcalde hubiera informado esto en campaña, probablemente no habría sido elegido.

Como antecedente en el municipio, entre los años 2008–2011, la administración de la época realizó un crédito por valor de 3.000 millones de pesos, y se terminaron pagando 5.300 millones hacia el año 2019. Es decir, ni en las peores épocas, un alcalde se atrevió a tanto.

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Agréguese a este descalabro, que el municipio quedará atado financieramente por varios años después que el alcalde entregue el cargo, deja sin margen a los futuros mandatarios cualesquiera sean. Un agravante más allá de la cara de felicidad del alcalde, es la gente quien deberá asumir este crédito y los intereses. De ahí que deben saber los santarrosanos, el alcalde contrató una empresa bogotana llamada GoCatastral para que realice la actualización catastral del municipio, y que en sus proyecciones (no un estudio) presentan un incremento por concepto de recaudo de impuestos, entre los años 2021–2023, que puede llegar al 22%. Este es uno de los aspectos del Proyecto de Acuerdo presentado al concejo municipal, que se limita a tomar los requisitos de capacidad y ahorro (no del todo claros) para sustentar el empréstito.

Por lo demás el alcalde, falto de la visión que le atribuyen sus porristas, arroja esta idea en el peor momento económico del país, entre otros, causado por la pandemia.

No teniendo poco con esto, usará siete mil millones para hacer otro mirador turístico en un municipio en el que el 21,2% de la población (más de dos de cada diez hogares) se encuentran en pobreza multidimensional; quiere decir que más de 14 mil personas no disponen de las tres comidas diarias y tienen múltiples carencias en materia de educación, salud, alimentos entre otros. Esto para no hablar de las dramáticas cifras del desempleo e informalidad municipales.

Mal hace el alcalde en poner de carnada 70 posibles empleos directos proyectados para el mirador, cuando teniendo con qué, la alcaldía ha sido incapaz de diseñar un programa para crear un solo empleo público diferentes a los de funcionamiento, lo que impactaría además en el PIB municipal.

Y definitivamente el palo no está para cucharas. Pues según el DANE, en Santa Rosa de Cabal el número de personas por hogar está distribuido así: entre el 14 y el 18% de los hogares está constituidos por una sola persona; entre el 21 y 24% por dos personas, y entre el 58,1 y 62% por más de tres personas. Cada hogar con un ingreso promedio de $1.200.000 (Alzate, 2017). A partir de los anteriores datos presento la siguiente tabla.

Así que al discriminar por estratos hallamos que tres de cada diez hogares santarrosanos reciben menos de un salario mínimo mensual SMMV.

Sumado todo lo anterior, es posible concluir que el alcalde no ha actuado en concordancia con lo declarado en medios, al asegurar que con la firma del convenio con GoCatrastral, se buscaba direccionar las inversiones a la priorización de la población más vulnerable. Olvidó el alcalde, al saltar de estrato, que por las calles del municipio caminan diariamente miles de personas en el rebusque para completar dos comidas diarias ¡como despiadado más bien!.

Y un asunto de enorme gravedad, el indicador de desempeño fiscal ubica a Santa Rosa en el rango de vulnerable, es decir, “un municipio que puede cumplir límites legales de deuda, pero aún tiene alta dependencia de las transferencias y bajos niveles en formación bruta de capital”, o sea que este crédito podría comprometer las finanzas municipales, de hecho, la dependencia de las transferencias nacionales supera el 50%. Puesto en otras palabras, es como un hijo que aspira a prestar 14 mil millones a sabiendas que económicamente depende de sus padres en más de un 50% y además los niveles de creación de capital propio son muy bajos.

En resumen: como bien se está diciendo en las calles, es un error empeñar al municipio en 14 mil millones habiendo tantas prioridades entre esas, cerca de 15 mil personas en condición de pobreza. Pediría uno con ánimo sano, que la campaña política a la cámara o futuro senado, no nuble el buen juicio de los líderes políticos santarrosanos, pero si eso deciden; el resto de personas no nos olvidemos de los menos favorecidos. Por lo demás, pregunta para la contraloría: en el Marco Fiscal de Mediano Plazo -MFMP- Territorial ¿es sostenible ese nivel de endeudamiento para el municipio?