Alguien quiso, por enésima vez echar mano de la nostalgia, esta vez de finales de los setenta, y de incluir, una vez más, a unos adolescentes (una de ellas con facultades sobrenaturales) para enfrentarse a un “monstruo” ¿Les suena?
Blumhouse, una productora con amplia presencia en el género, nos deja El teléfono negro. La nueva película de Scott Derrickson, también reconocido por su trabajo en El exorcismo de Emily Rose y Siniestro, además de la primera entrega de Dr. Strange, es una correcta película de terror que dejará a algunos decepcionados y a muchos otros con la sensación de que han visto algo nuevo (para eso son los trucos de magia).
El primer aserto que aventuramos, viene a relación siempre que El teléfono negro no maneja las crudas dosis de terror de otros fenómenos modernos como El conjuro Insidious, La Monja, Let me Out, o Hereditary. No consideramos que sea una película incruenta, tiene algún marco específico sangriento y una dosis sobrenatural que no pisa del todo con pies de plomo. Tampoco experimenta con nuevos conceptos ya estudiados en Mandy o Mother. Dicho lo cual, consideramos que no firmará su registro en los anales del cine de terror mas espectacular del que hemos sido testigos en los últimos años. Desde luego, eso no sugiere que la película sea mala.
De hecho, El teléfono negro te pegará unos, mal contados, cuatro o cinco muy buenos susticos, soportados en convincente fotografía, algún as bajo la manga en los efectos, y el super manoseado “jump-scared”. Ahora, cuando advertimos que hay allí algo novedoso para los amantes del género, no decimos que hayan roto molde alguno, solo toman ingredientes que ya han ganado audiencia en otras producciones, y así hacen su respectiva magia. Funciona.
Pero bueno, ¿de qué va la cosa sin spoilers? Cosas ya vistas: desapariciones sin rastro, chicos de hogares disfuncionales que se ven involucrados, fantasmas que ayudan a los protagonistas a resolver sus propias desapariciones. Hasta ahí la cosa, chévere, aunque ya trabajada. Pero, ¿y por qué los crímenes? ¿qué motiva al adorable Ethan Hawke a depredar a los chavos del barrio? El asunto necesitará de tu paciencia. Lo que nos lleva a sentarnos por cerca de dos horas y prestar atención; todo lo demás, incluyendo los fantasmas, ya está en evidencia, nos lo concedieron muy rápidamente.
Con todo, destacamos el abordaje de los actores más jóvenes, en especial Mason Thames, un jovencito con carisma: se logra sentir empatía por ellos, e incluso por cada uno de los niños que desaparecen a manos del “Raptor”.
El cuento que nos deja “fregados”, es que la expectativa venía alta considerando varias cosas: Joe Hill, hijo de un tal Stephen King, es el autor del relato servido para una adaptación audiovisual; en los últimos años, nos hemos encontrado frente a un aparente florecimiento del cine de terror a cuenta de Hereditary, Let Me Out, La bruja, entre otras producciones que se han encargado de que el cine terror ya no sea mirado de soslayo; por su lado, la película venía con buen viento en la camisa y buena temperatura, por cuenta de los internautas; y no podríamos olvidarnos de un villano de calibre como Ethan Hawke, con quien ya habíamos compartido escalofríos en la impecable experiencia que nos ofreció el Siniestro. Así que debíamos verla con nuestros propios ojos y sacar las más peregrinas conclusiones.
Sin embargo, aunque no es el terror que buscábamos, El teléfono negro tiene algo que logra seducir, su propio encanto. Como thriller no es para devanarse los sesos, pero distrae y te permite conectar a paso lento, sin mayor pasión, pero lo hace; quizás esa fórmula de poner a adolescentes a resolver misterios y enfrentarse a peligros inenarrables sea lo que más capture la atención.
Sí, repetimos, el hito de It o de Stranger Things seguirá haciendo eco, y, a pesar de que las comparaciones son odiosas, algún par de cositas por allí nos recuerdan a la serie de Netflix. De hecho, encontrarás a un secundario con un notable parecido a otro recordado personaje de la serie. Pero realmente notable este parecido. ¿Casualidad? Nos escriben y nos cuentan si se lo pillaron.
¿Aguanta verla? El teléfono negro no instaura una nueva revolución de forma o fondo en el género de terror, pero te hace sostener el aliento donde el metraje lo necesita, además de jugar con tu paciencia sin exasperarla, en tanto se resuelve todo el misterio de este teléfono paranormal.