Hace cinco años que promovimos la consulta popular por el parque ambiental San Mateo, la que a pesar de todas las zancadillas administrativas que obstaculizaron el mecanismo de participación, reunió más de 30 mil firmas, a muy poco de la meta. Desde entonces, han transcurrido hechos similares a los que motivaron que la ciudadanía buscara un mecanismo de participación para lograr tener un parque ambiental en el centro de Pereira; pues las autoridades administrativas y políticas, más allá de anuncios y deseos, no logran desentrabar el tema.

Aportado al debate por el parque, quedaron las razones de su ubicación, las funcionalidades ecológicas y sociales, las externalidades positivas y el conjunto de criterios económicos y ambientales, entre otros. Quienes promovimos la consulta, hicimos el esfuerzo por publicar un libro sobre los fundamentos expositivos (Razones para el gran parque San mateo de Pereira. 2017); luego no fuimos los únicos, hay trabajos académicos en la ciudad que han avanzado en dicho sentido.

A pesar de lo anterior, no hay concreción por parte de la administración municipal, por ende, en los próximos meses se estarán promoviendo nuevos espacios de participación ciudadana, en los que se espera convocar una amplia y rigurosa representación cívica, para retomar la causa del parque ambiental urbano San Mateo. El tiempo pasa y no se puede esperar a que el tema esté asegurado como bandera política de un único sector, para poderlo echar a andar. Bienvenidos todos, con puntos de acuerdo claros: el parque debe ser ambiental y no un conjunto inmobiliario; por el derecho a un medio ambiente sano, con escenarios educativos, deportivos, para el transporte y la cultura en general; además proyectado para contrarrestar la creciente huella ambiental en la ciudad.

Las implicaciones de la contaminación urbana sobre la salud, expuestas en el citado libro, siguen profundizándose. Igual sucede con los impactos analizados en investigaciones citadas en él, sobre la contaminación en la conurbación Pereira-Dosquebradas.

Así pues, han crecido las razones para un parque de estas características. Dosquebradas ya cuenta con un parque que, a pesar de las fallas de mantenimiento y áreas desaprovechadas para reforestar, presta importantes servicios ambientales y sociales, con criterio público, en un área más pequeña que la que abarcan los terrenos del San Mateo; Pereira sigue rezagada en esta materia.

Es hora entonces, de enlazar los átomos para actuar como molécula. Ayudaría si el municipio de Pereira, como expone Martha Alzate Hincapié, planea desde ahora la intervención mediante vías, con prelación hacia peatones y ciclistas; y en segundo nivel, para medios de transporte que liberen el flujo vehicular de las actuales vías.

También le corresponde al gobierno nacional acelerar los planes para el traslado del batallón, que como explicara el entonces ministro de defensa Villegas, “por el crecimiento de las ciudades y los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), dichas unidades militares están siendo afectadas en su funcionamiento o no se ajustan a las normas actuales…”. De parte de los sectores cívicos, retomamos labores.  

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Duberney Galvis

Es Licenciado en Comunicación y Especialista en Gestión Ambiental. Y escribe para varios medios regionales y nacionales.

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