Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso
-Confucio-
El declive de Gustavo Petro y su impacto en Colombia
Según la reciente encuesta de Invamer Poll, Gustavo Petro está siendo rechazado por la mayoría de los ciudadanos. Solo el 40% apoya su gestión, mientras que el 51% lo rechaza. Un resultado desalentador para el presidente que ha estado en el ojo del huracán desde su llegada al poder. A algunos no les sorprende el resultado, pero lo que realmente sorprende es la alta aprobación que Petro aún mantiene, ¡increíble!
Desde agosto de 2022, parece haber llegado una montaña rusa a la Casa de Nariño. Petro comenzó con una aprobación del 56%, que se desplomó al 46% luego de dos meses, para subir ligeramente al 48% en diciembre y finalmente caer al 40% en febrero de 2023. ¡Ya entendemos por qué las llegadas tarde del presidente, que cansancio!
Los colombianos muestran su descontento con la gestión de Gustavo Petro, lo que sugiere que están perdiendo la confianza en su liderazgo. Además, pareciera que el gobierno ha olvidado que fue elegido como «el peor es nada», y esto podría tener graves consecuencias para el futuro del país. En esta columna, exploraremos las razones detrás de esta caída en la popularidad de Petro y su posible impacto en Colombia.
¿Qué dice la encuesta?
Gustavo Petro enfrenta una situación difícil, con muy pocos aspectos positivos en las encuestas y una percepción generalizada de que la situación en el país está empeorando. La «absurda marcha» de respaldo al gobierno parece haber sido un fracaso, demostrando que las acciones imprudentes pueden tener consecuencias impredecibles. Quizá sirvió para lo mismo que ha servido el pregrado sin concluir de Gustavo Bolívar, para nada.
¿Y el costo de vida?
Según el sondeo realizado en la encuesta, el 67% de los participantes considera que las cosas están empeorando en general, un 20% más que en el pasado mes de agosto, mientras que solo un 20% cree que están mejorando. En cuanto al costo de vida, la percepción negativa se mantiene en un promedio del 88% desde octubre, lo que de inmediato nos permite concluir que no hay percepción de cambio, al menos no en ese sentido. Pero si por un lado llueve, por el otro no escampa, cerca del 80% de la población sigue considerando que la inseguridad está disparada.
¿Qué significa todo esto? Pues que los colombianos no están nada contentos con la situación actual. Y que el gobierno tiene mucho trabajo por hacer si quiere recuperar la confianza y la satisfacción de los ciudadanos. Es hora de ponerse las pilas y tomar medidas efectivas para mejorar la calidad de vida de todos. ¡Aunque se acerca el final del primer tiempo, la pelota aún está en su cancha, señores del petrismo!
¿Y la economía?
La economía también se quedó en primera, pues en los primeros meses de gobierno, el 61% de los encuestados consideraban que la situación estaba empeorando, pero en la encuesta reciente el 80% de los colombianos considera un deterioro en este aspecto. ¡Parece que la situación financiera no está nada fácil!
¿Y la corrupción?
Lo lo primero es aclarar que para fortuna de Petro y su familia esta encuesta no alcanzó a medir los impactos del mega escándalo de Nicolás, y que, si bien Gustavo tiene mejores números que el gobierno anterior, sigue estando en rojo con una percepción negativa que ha oscilado entre el 60 y el 67% sin muchas variaciones desde que asumió la presidencia.
¿Y el desempleo?
En este aspecto se han presentado altibajos en los últimos meses. En diciembre, producto de la temporada y la generación de empleo natural de la época, el número de personas que percibían una mejora bajó al 56%, pero recientemente volvió a subir al 62%, con lo que podríamos concluir que muchas personas perdieron su trabajo después de quemar el año viejo.
¿Y el narcotráfico?
En cuanto al narcotráfico, las cifras se han mantenido estables en un promedio del 57% desde el comienzo del gobierno. Pero en cuanto al conflicto con las guerrillas, el gobierno ha tenido un retroceso claro frente a las cifras con las que comenzó. En agosto, el 45% consideraba que los asuntos en este aspecto estaban empeorando, y ahora hay un aumento de 10 puntos. ¡No es una buena señal!
Con relación a la paz total, la encuestadora hizo esta pregunta por primera vez, y el aguacero no se detiene. El 49% de los encuestados consideran que se va por mal camino, mientras que el 39% cree que se va por buen camino. Hay mucho trabajo por hacer para mejorar esta percepción, pero mientras se siga promoviendo la impunidad, la rebaja de penas y la libertad de quienes han atentado contra la vida de nuestros connacionales, ¡va a estar difícil!
¡Cesó la horrible noche!
Pero para tranquilidad del petrismo, la horrible noche cesa en algunos aspectos. Los colombianos han percibido una mejoría en temas relacionados con el medio ambiente, en octubre el 66% consideraba que la situación estaba empeorando, ahora lo considera el 55%.
Paradójicamente también se ha visto un progreso en la cobertura de servicios públicos, pasando del 61% al 53% de colombianos que piensa que se va por mal camino. Resultado que indica que no importó que se incumpliera la promesa de bajar los precios para fin de año y agregando que, para el día de la encuesta, no se conocía la decisión del Consejo de Estado de suspender el decreto que le otorgó al presidente Gustavo Petro las funciones para asumir el control de los servicios públicos.
¿Y entonces?
Aunque las cifras presentadas en la encuesta sobre la percepción de los colombianos sobre el gobierno de Gustavo Petro no son las mejores, la realidad es que el país está sumido en una profunda crisis que va más allá de las estadísticas. La corrupción sigue siendo una plaga que carcome la institucionalidad del país, la violencia y el narcotráfico siguen campando a sus anchas, y la situación económica es cada vez más precaria para las familias colombianas.
Los escándalos y problemas cotidianos se han convertido en una constante que parece no tener fin, desde la corrupción en la Secretaría de Quintero hasta la negligencia del gobierno en el caso de Viva Air. Además, la reforma laboral presentada por el gobierno es vista como un desastre que podría empeorar aún más la situación de desempleo en Colombia.
En definitiva, el resultado de la encuesta es solo la punta del iceberg de una realidad que parece cada vez más complicada. Colombia enfrenta grandes desafíos en este momento y se requiere de un esfuerzo conjunto para superarlos. Sin embargo, la sensación general es de pesimismo y desesperanza, y es difícil vislumbrar un futuro mejor en el corto plazo, máxime cuando los tentáculos del narcotráfico parecen tocar a la familia presidencial.
¡El cambio se quedó en primera!
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Referencias
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