¡Las masacres no cesan, pero si cesó el conteo y la indignación del petrismo!
¿Será que la realidad es que Colombia va mal?
El hashtag #ColombiaVaMal se convirtió en tendencia en las redes sociales, lo que demuestra que cada vez más colombianos están descontentos con la gestión del presidente Petro. Se pudo decir que la realidad es que Colombia va mal desde antes de su llegada al Palacio y que en siete meses no se hacían milagros, pero en lugar de reconocerlo, el mandatario prefirió apelar a la hipocresía con el numeral #ColombiaVaBien.
En esta columna analizaremos la verdadera situación del país y por qué la realidad es que Colombia va mal. Así que prepárense, porque aquí no habrá lugar para medias tintas ni falsas promesas. ¡Comencemos!
¡Píldora para la memoria!
En su momento, el presidente Gustavo Petro prometió cambios y mejoras para Colombia. Sin embargo, a solo siete meses de su mandato, los indicadores de inseguridad han aumentado y la realidad del país muestra una imagen muy diferente a lo que se había anunciado, sin contar con que él dijo que a los tres meses el ELN sería historia.
Además, sus promesas sobre cargos diplomáticos para personas capacitadas y con mérito parecen haber quedado en el aire, Guanumen sin experiencia en Chile, una cónsul en Paris que no habla francés y otra en Londres que no habla inglés. Lo que nos lleva a cuestionar si en realidad el gobierno está cumpliendo con su palabra.
En este plato de mentiras, la pregunta es si hay alguna verdad que se pueda encontrar en las promesas de Petro, una diferente a la de vivir sabroso, pues claramente su cerrado círculo de influencia ha mejorado su calidad de vida y hasta se ha encontrado nacionalidades colombianas en tintos mañaneros.
¿Qué pasa en términos económicos?
La realidad es que Colombia va mal en economía local, la desaceleración es evidente. Los hogares hoy consumen menos que antes, y el incremento en las tasas de interés ha llevado a que las personas eviten gastar e invertir. El comercio tampoco se ha recuperado, y esto se refleja en una caída del 20,2% en las matrículas de carros nuevos. El mayor obstáculo que enfrenta el gobierno es la inflación, que se sitúa en el 13,28%, lo que ha impactado significativamente en el costo de vida de las personas, especialmente en el sector alimentario.
La confianza económica de los colombianos está en niveles históricamente bajos, según un indicador mensual de Davivienda. Esta situación afecta directamente las finanzas y la capacidad económica de los ciudadanos, generando una sensación de desánimo y preocupación generalizada.
Aquí se podría concluir que quizá sea cierto, Petro no tiene la culpa, pero sí tiene la culpa de no estar haciendo nada para que los números mejoren. Luego utilizando el retrovisor que tanto les sirve para construir falacias, ¿será que los gobiernos anteriores eran responsables de todo lo que sucedía pero en el del Cambio la culpa es de la vaca?
¿Y el desempleo?
La realidad es que Colombia va mal en desempleo. Según el DANE, la tasa en el país para enero de 2023 fue del 13,7%, pero en 13 ciudades y áreas metropolitanas alcanzó el 14,5%. Es claro que el país aún enfrenta grandes desafíos en materia laboral y que se necesitan políticas efectivas para reducir esta cifra y garantizar un futuro próspero para todos los colombianos, políticas que claramente no incluyen la nacionalización de extranjeros para que ocupen altos cargos o la adjudicación de contratos a vecinos para pagar favores.
La situación es alarmante, especialmente para los jóvenes, cuya tasa de desempleo alcanza el 18,2%. En algunas ciudades, como Quibdó y Valledupar, la tasa llega a superar el 25%. Mientras tanto, en ciudades como Medellín y Manizales, la tasa de desempleo es del 16,5% y 16,7%, respectivamente. Sí, se podría decir que 18 de cada cien jóvenes está sin empleo, una promesa más que incumple Petro, teniendo en cuenta que su gabinete tiene 59 años en promedio y la mayoría es bogotana.
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¿Y la seguridad?
Desde que Gustavo Petro asumió la presidencia, el descontento de los colombianos ha ido en aumento. Según una encuesta de Invamer, el 67% de los encuestados cree que las cosas en el país van de mal en peor, mientras que solo el 20% cree que Colombia va por un buen camino.
Una de las razones de este pesimismo tiene que ver con la situación de inseguridad que vive el país. Los gobernadores de Vichada, Meta y Santander han denunciado la presencia de grupos armados ilegales que operan en sus regiones, cometiendo delitos y sembrando el terror. Además, el proceso de paz con las disidencias de las FARC ha generado críticas, ya que han vuelto a cometer secuestros y reclutado menores, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Por otro lado, la inseguridad alimentaria es una problemática que sigue aumentando en el país, alcanzando a 15,5 millones de personas, según la Evaluación de Seguridad Alimentaria para Población Colombiana desarrollada por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. En la Región Caribe, la cifra supera el 40%, y Córdoba y Sucre son los departamentos más afectados.
En medio del incremento de la inseguridad en Colombia, es preocupante la falta de acción y de respuestas contundentes por parte del Gobierno. Los ciudadanos siguen padeciendo el crimen y la violencia, mientras que el gobierno parece más enfocado en otros temas, como la liberación de delincuentes o el pacto de La Picota. Es momento de exigir que se tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los colombianos y que se priorice la protección de la vida y los derechos humanos, en vez de estar metiendo la nariz roja en otros Estados.
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¿Y entonces?
Los primeros siete meses del gobierno del presidente Petro han estado marcados por una serie de eventos desafortunados y preocupantes en materia de seguridad, corrupción y justicia en Colombia. El escándalo del hijo, el despido masivo de Ministros, la nacionalización de españoles para ocupar cargos que podían ser ocupados por colombianos o los desaciertos de la vice, son solo cuatro aspectos por mencionar.
A pesar de que la apuesta principal de Petro era la llamada paz total, la falta de coordinación y las concesiones excesivas han generado escepticismo entre los ciudadanos, quienes perciben una mano débil del Estado frente a la delincuencia y el crimen organizado.
Además, la disminución en la ejecución de capturas y las cifras crecientes de delitos como el secuestro, el robo y la extorsión son un reflejo del aumento de la inseguridad en el país. Todo esto ha llevado a la preocupación de que las elecciones regionales en octubre puedan verse afectadas y, en general, a una sensación de retroceso en la lucha contra la violencia en Colombia.
Miente el petrismo al decir que #ColombiaVaBien, en efecto y como ha sido desde hace décadas, la realidad es que Colombia va mal, pero hoy, va particularmente peor. Lo que termina siendo un «pajazo mental» es que el ciudadano Petro Urrego hoy diga que el país va bien, cuando hace siete meses recibió la olla raspada y una cloaca en las instituciones, lo anterior, según sus propias declaraciones.
Conclusión
Los datos son claros: la violencia, la crisis económica, el desempleo, la inseguridad, la corrupción, la falta de oportunidades para los jóvenes y las decisiones caprichosas de los líderes políticos, son problemas que afectan gravemente a Colombia. No se trata de atacar a la prensa, sino de enfrentar la realidad y tomar medidas efectivas para solucionar estos problemas que aquejan al país. La realidad es que Colombia va mal y es responsabilidad de todos trabajar juntos para cambiar esta situación.
Datos curiosos
- El secuestro en Colombia ha aumentado un 43,6%, convirtiendo el inicio de 2023 en el año con más plagios de los últimos ocho años.
- Los robos han crecido un 22,4% en el país.
- La extorsión ha tenido un incremento del 33%.
- En los primeros meses de 2023 se han registrado 21 masacres, un 38% más que en el mismo periodo del año anterior.
- Entre julio y diciembre de 2022, la ejecución de capturas disminuyó en un 27,4%, pasando de 108.296 casos a 78.698.
- Durante el Gobierno de Iván Duque, entre enero y junio de 2022, fueron erradicadas 40.277 hectáreas de coca.
- En el segundo semestre de 2022, ya con Gustavo Petro en la Presidencia, la cifra de erradicación cayó a 27.706 hectáreas. Una reducción del 31%.
Fuentes:
- Colombia va mal: esta es la alarmante radiografía de lo que afronta el país en medio del Gobierno de Gustavo Petro
- En enero de 2023, la tasa de desempleo en el total nacional fue Periodo de referencia 13,7%
y en el total 13 ciudades y áreas metropolitanas fue 14,5% - La inseguridad alimentaria en Colombia alcanzó a 15,5 millones de personas
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