El pasado 20 de julio, los congresistas risaraldenses del partido Alianza Verde, Carolina Giraldo y Alejandro García tomaron posesión de su cargo. No es un tema menor: por primera vez, Risaralda cuenta con representación alternativa, que permitirá posicionar y representar en este espacio de poder y decisión, una agenda incluyente, transparente y ambiental que históricamente había estado ausente en las gestiones de los congresistas. La presencia de Carolina y Alejandro en el Congreso de la República, genera ilusión y esperanza en un sector de la población afín al Acuerdo de Paz, la lucha contra la corrupción y la protección del medio ambiente.
¿Por qué es tan significativa su presencia en el Congreso? Primero, nunca antes el departamento de Risaralda había elegido dos congresistas que no sólo demostraron que si es posible hacer política de manera alterativa e independiente de los poderes tradicionales locales, si no que hacer campaña política exitosa sin el despilfarro de recursos que muestran los candidatos cuotas de políticos poderosos y caciques regionales, sí es posible. Los jóvenes, mujeres y liderazgos locales tienen hoy un referente para participar en un futuro. Punto para las campañas innovadoras.
En segundo lugar, los representantes simbolizan la inclusión y diversidad en la política. Desde el 2010, los risaraldenses no habíamos tenido una mujer en el congreso. Carolina aporta a la disminución de la brecha en la participación política de las mujeres con un componente adicional: tiene agenda de género, un tema clave dado los altos índices violencia y trata de personas en el departamento. Además, tanto Carolina como Alejandro, representan abiertamente a la población LGBTI, un tema que por años ha sido vergonzante en la política local. Punto para la inclusión.
Contrario al poco control político y mucho interés personal y burocrático que caracterizaron a los congresistas salientes y repitentes, nuestros representantes alternativos serán referente en esta función constitucional, en especial en el control que realizarán a los recursos que desde el nivel nacional se transfieren al departamento. El acceso a este tipo de información ha sido escaso y el control y rendición de cuentas se limitó a listar proyectos, sin un adecuado seguimiento a los recursos detallados invertidos en la región. Los proyectos de infraestructura vial y municipal, tan apetecidos por los amigos de las coimas y los recursos del acuerdo de paz girados al departamento, tendrán en esta ocasión una lupa desde el mismo congreso. Punto para la transparencia y la lucha contra la corrupción.
Finalmente, la agenda ambiental, tan ausente en las prioridades de los congresistas salientes y repitentes, será una realidad. Tanto Carolina como Alejandro, buscan avanzar en la gestión del Gran Parque San Mateo y llamar la atención sobre la megaminería en la región. Punto para la Risaralda verde.
PD- Carolina se compromete a apoyar las iniciativas para erradicar privilegios a los congresistas.