Santa Rosa de Cabal, el municipio con mayor proyección de turismo del departamento de Risaralda, fue hasta hace dos años conocido también por la crisis de gobernabilidad generada por escándalos de corrupción que conllevaron la destitución y encarcelamiento de los últimos tres alcaldes. Quienes hemos visitado recientemente el municipio, hemos sido testigos de la transformación que ha tenido en los últimos años, no sólo por la visibilidad y cercanía que el alcalde Rodrigo Toro ha tenido con la ciudadanía, si no por la transformación que ha causado su estrategia de urbanismo táctico que como el mismo lo ha expresado, busca posicionar al municipio como un “museo a cielo abierto e itinerante” a través de sus murales y exposición de monumentos a las aves más emblemáticas de la región, donadas por el empresario y arquitecto Alirio Andrés Osorio.
Con posiciones a favor y en contra, la percepción que se tiene del municipio a partir de la estética del color y “la decoración”, es una realidad y aunque puede sonar superficial, genera un impacto positivo no sólo por fortalecer el arraigo, la apropiación y el orgullo por Santa Rosa de Cabal, si no en la manera como sus ciudadanos se relacionan con el territorio y la atracción de turistas que tienen nuevas razones para visitar el municipio (y que se suman a la oferta gastronómica, los termales y el Chorizo santarosano).
En un claro modelo de gobernanza, sector público y sector privado se han unido en una causa común que genera impacto en el desarrollo local municipal. “La gobernanza territorial se refiere a la capacidad de las sociedades de resolver sus asuntos y de contribuir al desarrollo de sus territorios mediante la articulación y participación de diversos actores territoriales, entre ellos el Estado, la sociedad civil, la academia y el sector privado en un contexto en el cual, el gobierno regional está enfocado en las oportunidades de los territorios, estimulado del crecimiento económico con inclusión social (RIMISP, 2010)”.
La experiencia de articulación público – privada en Santa Rosa de Cabal, es también una herramienta de competitividad territorial y desarrollo económico local. Sin embargo, el enfoque en la estética ha tenido sus críticas. La crisis económica generada por la pandemia y que ahondó la desigualdad, la pobreza y el hambre, los problemas de seguridad ciudadana, y la reciente propuesta del empréstito de 14.000 millones para invertir 7.000 en la construcción de un mirador, ha sido fuertemente criticado por la oposición y por los ciudadanos que consideran que es necesario invertir también en dar respuesta a problemáticas sociales históricas y recientes. El concejal Fernando Chica, reconoce que si bien los murales y el embellecimiento han tenido un impacto positivo en la imagen de Santa Rosa, es prioritario profundizar en las políticas públicas sociales de educación, movilidad, salud y seguridad. Finalmente, expresa que el mirador propuesto a partir del endeudamiento no resolverá los problemas estructurales de los sectores antes mencionados.