La Rata fue a encontrarse con un lugar más y descubrió que todos los caminos conducen a Roma, donde Mauro toma, ríe con estruendo y levanta fuerte de un abrazo a los viejos conocidos. Si te portas mal o pides a Mago de Oz, también te levanta…
La Rata se fue de nuevo a hacer trabajo de reconocimiento e infantería, ha encontrado una nueva guarida donde buscan alivio y vida social los humanos rockeros de Pereira. Me corrige la Rata, que no es nueva, es pura tradición: lleva más de 14 años embargando de melodías rock a la Sexta (por donde pasa la oruga verde a todo taco).
Me cuenta la rata, además, que lo atendió un pretoriano romano, enfundado de negro y hasta con gorra por yelmo.
—Un macho alfa lomo de plata ―dice la Rata con orgullo.
—Yo conozco a esa sujeta ―le digo—. Le gusta la plata, hasta la barba ya encanecida así lo advierte, ha perdido un poco de lomo, y lo ha reemplazado por panza de gato “ronroneador”, de esos que solo piden ron.
La Rata se queda pensativa por un momento, y luego me dice con absoluta seriedad:
«¿Sabes qué es lo que hace tan único a Roma?» Y esto es lo que me contó: Roma Café Bar se levanta sobre la activa y bohemia calle Sexta del centro de Pereira. Y aunque Mauro es el segundo propietario de este imperio rockero, no cabe duda de que se ha convertido en el protagonista, la identidad regia del changarro. Atendió a la Rata con seriedad, pero luego se deshizo en bromas y camaradería. Y es justo en momentos como ese, cuando la amabilidad tras la barra convierte tu cerveza ocasional en una “peda” milenaria.
Una correcta carta de shots también tiene la culpa de aventar a la templada noche más de un borrachito inofensivo y feliz. Otro tanto se lo debemos a que Roma Café Bar, en medio de esta inflación rampante, te ofrece una de las cervezas más económicas de los alrededores; mención honorífica para la especialidad de la casa, la Cerveza Roma (cerveza, mango biche, maracuyá, limón jalapeño).
Ahora, si su sumercé es una rata rehabilitada, como nuestra amiga, viene tempranito e igual puede pasar a la zona de fumadores, y tomarse una taza de café de origen con la ñapa de una bonita vista hacia el cerro de El Nudo (hasta que suban varios pisos las casitas cercanas), o bien, puedes hincarle el colmillo a las ricas preparaciones que salen de la cocina de la casa. (Tienes que pagar por ellas, no son gratis, la pobre creyó que sí y la sacaron de los bigotes).
De Hellium a Roma: otros emblemas de la vida nocturna como el Nigga, Hadez Man mantienen de aquí pa’ allá, es que tienen amistad con Mauro de hace milenios y solo están a unos escasos metros sus respectivos negocios; así que puedes repetir las mismas andanzas: rock, comida y cervezas en Roma, y luego feroz bailoteo en la rumba dance hall más legendaria del Centro de Pereira, Hellium Bar.
La Rata fue a encontrarse con un lugar más y descubrió que todos los caminos conducen a Roma, donde Mauro toma, ríe con estruendo y levanta fuerte de un abrazo a los viejos conocidos. Si te portas mal o pides a Mago de Oz, también te levanta…
(Encuentra a Roma Café Bar sobre la carrera 6 #22-60; pide tus reservas en el 3117452528).