que había espacio para dos diarios en la ciudad (y el departamento), era eso, un atrevimiento. Difícilmente alguien pensaría que 34 años después, el recién llegado, absorbería al otro, confirmando que, sólo había espacio para uno. Esa también fue una apuesta enorme.
Trending
- Éxodo silencioso: el fracaso del relato oficial y la estampida de colombianos al exterior
- Perdón
- Astrea: El fantasma jurídico que amenaza la integridad del Estado colombiano
- Audifarma, «Corro por Ellos», y el Compromiso Social
- Cuando la tierra se convierte en botín: el caso del predio C5 en Santa Rosa de Cabal
- DESAFÍO INTERIOR
- ¿Estar en la cárcel, un «hallazgo», te hace culpable?
- Alfredo Mondragón: el rostro del oportunismo político en la izquierda radical