Al cumplirse los dos primeros años de éste gobierno, realicé una micro encuesta con personas cercanas para conocer sus «sensaciones». Estos son los resultados:
Negativos:
Irónicamente, algunos consideran que lo «mejor» ha sido «rodearse mal» y los escándalos. Se percibe una gestión deficiente en seguridad y salud. En política y gobierno, se critica el «mantener uribistas en la nómina» (copié y pegue) y la corrupción descarada: «Se ha hecho la vista gorda con la corrupción». La «peliadera con la gente», el mal accionar con los acuerdos de paz y el anuncio de una asamblea constitucional es preocupante para sus críticos. La ejecución ha sido pobre, con mucha intención y poca acción. El manejo administrativo es cuestionable. La regionalización no ha avanzado, y aunque se ha trabajado en la reducción de cultivos de uso ilícito, disminución de narcotráfico y disminución de la corrupción, los resultados son insuficientes. La gestión en política económica, energética y de la construcción se considera ineficaz. Los impuestos han generado descontento. Otros problemas incluyen la impuntualidad y ¿sus relaciones problemáticas?
Positivos:
De manera ¿irracional?, algunos dicen que nada se ha hecho o que no hay nada a la vista. Sin embargo, otros destacan varios aspectos. En inclusión, se ha visibilizado más a quienes no tienen oportunidades y realizado obras en lugares olvidados, incluyendo la entrega de tierras gratis. En energía y medio ambiente, se han implementado proyectos de agua potable, energía eólica en La Guajira, revivir el tren y parques solares, promoviendo la sostenibilidad. En educación, se ha acentuado el acceso a la universidad pública con matrículas gratuitas. En gobierno y política, destacan las propuestas, avances en igualdad de género, el Ministerio TIC, la reforma pensional, las relaciones internacionales, el saneamiento de las fuerzas militares y que el presidente ha sido viajero. Otros aspectos positivos incluyen la apertura internacional fortalecida.
Regular:
La economía ha sido afectada por la inflación y la crisis financiera, aunque se reconoce el manejo de la economía y los subsidios con foco. En política y gobierno, se valora la negociación con otros sectores, la reforma pensional (aunque con pocas opciones para jóvenes), las relaciones internacionales y la promoción de otras reformas. Sin embargo, se considera que es un gobierno verborreico y soberbio, con una ejecución criticada. En seguridad y paz, se valora la paz total, pero el proceso ha aumentado la inseguridad. En salud, se reconoce la gestión, aunque hay críticas sobre los extremos, la indecisión y el exceso en algunas áreas.
Este es un resumen de la «percepción» sobre el primer gobierno de izquierda, electo democráticamente en la historia de Colombia, iniciando su tercer año de mandato, sin «golpe blando» o «duro» de por medio. Ahí sigue. El hecho de que sea el primero de izquierda y que se piense constantemente en la posibilidad de un «golpe» habla de lo atrasada que es nuestra flamante «democracia», construida sobre montañas de cadáveres de dirigentes sociales, políticos y empresariales: secuestrados, asesinados, desaparecidos, etcétera. En fin, vamos avanzando. Las democracias que merecen ese nombre son las que eligen gobiernos -generalmente en coalición- de derecha, como los que hemos tenido por siglos, de centro (¿cuál?), y de izquierda, como este, el primero…
La próxima semana les haré mi propia reflexión. Partiendo de lo que se esperaba:
(1) https://acortar.link/RweTGo y
(2) https://acortar.link/Z4qNie
Y de lo que sucedía hace un año:
(a) https://orlandoparragopinion.com/2023/10/30/petro-ano-uno/ y
(b) https://orlandoparragopinion.com/2024/02/03/que-cambia-con-petro-2/